Terminamos de ver la serie al completo de
Anatomía Grey
o Grey’s Anatomy, esta serie que discurre en el hospital Grey Sloan Memorial Hospital, en la ciudad de Seattle creada por Shonda Rhimes.
En ella, la protagonista, Meredith Grey, hija de una cirujana general de prestigio, Ellis Grey, accede como residente en el ficticio hospital Grey Sloan Memorial Hospital donde inicia su carrera como cirujana.
Durante el transcurso de la serie nos mostrarán la cara más dura y más bonita de la vida a la vez, del drama a la alegría, de la vida a la muerte. Podemos decir que es un canto a la vida, a la presencia, al afecto, a la autenticidad, a la responsabilidad, a la aceptación y al amor.
Y la paradoja es que en este hospital viven tan cerca de la muerte, que viven también muy cerca de la vida, presentes, conscientes, aquí y ahora... y nos transmiten constantemente este mensaje empoderador: “es urgente que celebremos que estamos vivos, aquí mismo y ahora mismo”.
Frases como: así que frena, asimílalo...o permítete sentirlo, nos recuerdan constantemente que paremos, que nos dediquemos esos minutos para calmar el cerebro límbico y reptiliano y activar el neocortex, que nos escuchemos, nos respetemos y nos atendamos. Para poder colocar e integrar. Para poder saborear. Para permitirnos sentirlo, sea lo que sea.
Y en este PARAR
nos proponen entre episodio y episodio ciertas herramientas que bien podrían ser catárticas: bailar para soltar y gestionar las emociones
desde el cuerpo. ¿O no recordáis a Meredith bailando desde el principio cada vez que tenía que lidiar con una situación complicada?
Si hacemos memoria también podemos recordar a su “hermana” Amelia poniéndose en la postura
de Superman
justo antes de entrar al quirófano a hacer una operación delicada. Porque como bien explican, está demostrado que corporalmente ayuda a ganar confianza: piernas abiertas a la anchura de las caderas, cabeza ligeramente inclinada hacia arriba, corazón abierto…
Por supuesto el CAMBIO
es un hilo conductor en esta serie. Y nos hablan de la dificultad que supone crecer, salir de nuestra zona de confort, sostener la incomodidad rompernos una y otra vez y volver a levantarnos, porque, ¿alguien por ahí que no se haya roto en mil pedazos alguna vez? Nos dicen literalmente: "Las grietas conforman nuestra vida, siempre nos acompañarán. Nos hacen mejorar, nos hacen más fuertes, nos convierten en algo nuevo.
Es bueno cambiar. Es bueno evolucionar, buscar un significado más profundo. Nos gusta imaginar que controlamos, pero en realidad no controlamos casi nada. "
¿Y cómo afrontamos los cambios y la incertidumbre que una y otra vez nos da la vida? En varios capítulos de la serie podemos ver a Richard Webber recitando esta oración que ciertamente nos puede servir a todos en estos tiempos de pandemia mundial que vivimos:
Señor, concédeme serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar,
Valor para cambiar lo que sí puedo,
Y sabiduría para reconocer la diferencia.
"Hay mucha incertidumbre. Hay mucho miedo. Y lo que puede ser fácil para uno, puede requerir gran fuerza interior para otro. Pero tenemos que intentarlo. Y cuando lo hacemos es posible curarse."
Superación, pasión, miedo, incertidumbre, fuerza de voluntad
y mucho amor
son temáticas constantes en esta serie de televisión estadounidense.
Por supuesto nos recuerdan repetidamente que somos un todo: mente, emoción y cuerpo, y que la salud es algo holístico:
"La mejor salud es el resultado directo de las relaciones sanas. Necesitas a alguien con quien celebrar tus victorias y sufrir tus pérdidas. Alguien que pueda perdonarte. Necesitas a alguien que aparezca sin hacer preguntas, y que recorra contigo los vaivenes que te presente la vida."
Amor, acompañamiento, sostén, mirada amorosa… para poder atravesar los vaivenes que nos trae la vida. Ideas con las que no podemos estar más de acuerdo en elles Coach, como mujeres, madres, esposas, emprendedoras y seres humanos.
Y precisamente como seres humanos todos tenemos esos altibajos, esos momentos o días buenos y no tan buenos. Una vez más recalcamos la importancia de naturalizar la expresión de nuestras emociones no tan buenas, poder verbalizar y expresar el dolor, la pérdida, el miedo… así lo dice literalmente la creadora de esta serie dramática Shona Rhimes: "porque fingir que todo va bien al final te pasa factura." Y todos y todas hemos experimentado esto en distintos momentos de nuestra vida.
Y como empezábamos diciendo, en este hospital están tan cerca de la muerte que también lo están de la vida. Es la paradoja: cuanto más conscientes somos de la muerte, de que todo tiene un fin, del paso irremediable del tiempo… más disfrutamos la vida, el ahora, el momento.
El poeta Octavio Paz escribió: "el mexicano frecuenta la muerte. La burla, la acaricia. Duerme con ella, la festeja."
En todas las religiones, todos los países, todas las culturas, la muerte significa algo diferente para cada uno. Todos tenemos ideas diferentes sobre cómo honrar a los muertos. Diferentes ideas sobre el duelo, diferentes formas de continuar. Y dice la protagonista: Quizá yo no sea una experta. Pero te digo que el duelo correcto, es como te dé la gana.
En una de las temporadas Katherine Fox es diagnosticada con un cáncer muy agresivo. Y en el momento en el que ha pasado la tormenta y se deciden a celebrar que ha sobrevivido tiene la siguiente conversación con Miranda Bailey:
- "Pero Miranda, sí voy a esa fiesta ahora la gente se acercará a decirme cosas como “Felicidades”, “lo has conseguido”, como si todo hubiera pasado y no tuviera cáncer. Es cierto que el tumor no ha crecido, pero podría”. Tengo que vivir con miedo de un escáner a otro”. Nunca estaré fuera de peligro. Y no es algo que me apetezca celebrar.
- hipócrita, le dice Miranda. ¿Te da miedo sentir la alegría, crees que se te acabará? Entiendo el miedo entre un escáner y otro, pero es la vida. Y no es perfecta, pero es la que tienes. Podría crecer o no. Pero, ¿sabes qué? Un terremoto podría acabar con todos mañana. O un meteorito. No podemos saberlo. Pero ahora mismo estamos vivas. Seguimos aquí y nos quieren. Eso es motivo de celebración."
Con esta conversación nos recuerda la creadora Shonda Rhimes que no controlamos nada, que nadie tiene nada garantizado, y que todos estamos de paso. Algo muy duro y dramático, difícil de asimilar y aceptar por el ser humano… pero a la vez, algo poderoso para vivir más aquí y ahora, para poder disfrutar de lo que somos y de lo que tenemos, con coraje, pasión y presencia.
Porque como nos dicen: "Nuestro cerebro imagina futuros que nunca verá. Luchamos por vencer una verdad sencilla e ineludible: todo termina”.
Y a la vez: "El tiempo pasa y cuando termina una cosa, siempre empieza otra nueva”.