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El blog de 
ellas Coach


Nuestra experiencia en el confinamiento

Marzo de 2020, año que difícilmente olvidaremos. Un microscópico bicho nos pone a prueba a todos. 

De la noche a la mañana nuestras agendas están vacías, las reuniones canceladas, y los talleres pospuestos… el mundo se ha parado. Colegios y universidades cerrados, empresas mandando a sus trabajadores a casa… días en los que parece ir todo a cámara lenta. ¿Estamos soñando o es realidad? Se corrobora el dicho: la realidad supera la ficción

¿Te suena esto? ¿Cómo lo vivimos nosotras, desde elles Coach? Si bien es cierto que nosotras ya estábamos acostumbradas a teletrabajar (trabajar en casa, en un despacho, en un bar, en las oficinas del cliente… wherever!), también teníamos nuestra rutina que se vio cortada de golpe. Además, siendo las dos madres, de la noche a la mañana teníamos a los niños en casa (y a los maridos!)… era algo muy distinto a nuestro día a día. 

Al principio aprovechamos la parada. Parar para respirar, parar para pensar, parar para disfrutar de nuestras familias, parar para reflexionar, parar para escuchar, parar para crear, parar para innovar… 

Algo que, en principio, todos sabemos hacer, y que tanto nos cuesta poner en práctica. Algo que, en una cierta dosis, nos hace tanto bien. Parar ha sido el primer efecto del coronavirus. Y ha sido una cosa mundial. De repente, el mundo, las familias, la economía, se movían a otra velocidad. 

Y en estas circunstancias nos invadió el miedo y la incertidumbre, pero también, por el otro lado, la creatividad y la innovación… estaban las dos, en su polaridad. 

Después vino el verbo escuchar. Escucharnos a nosotras mismas, escuchar las necesidades de nuestra empresa, escuchar a nuestras familias, escuchar el ritmo y escuchar las necesidades de la otra… escucharnos… a nosotras mismas y a los demás. Escuchar al mundo… que sin duda nos estaba mandando un mensaje

Y, por supuesto, fue un buen momento para llevar a cabo todos esos "to do" que teníamos pendientes: formaciones, lecturas, sesiones de planificación y estrategia, SMART goals, establecer KPIs, retros de lo que llevábamos hasta el momento (stop, start, continue)

Pasadas las primeras semanas en las que paramos, respiramos, escuchamos y observamos… ¡vino la acción! El mundo estaba en crisis, de una manera estrepitosa, así que lo siguiente era: ¿cómo nos podemos poner al servicio de lo que está ocurriendo? Todos y cada uno de nosotros, desde nuestro sitio, podíamos aportar mucho…. Pequeñas acciones mueven el mundo

Así que lo primero fue ayudar desde el lugar en el que podíamos hacerlo. Los sanitarios y tantísimas otras profesiones estaban dejándose la piel… estaban (están) en pleno campo de batalla. Así que pusimos nuestro granito de arena para ayudarles de la manera en la que sabemos hacerlo… con dosis de presencia, escucha y autenticidad…con dosis de sostén y de empatía

Las siguientes preguntas fueron: “¿cómo nos reinventamos? ¿cómo nos adaptamos a lo que viene”. Las palabras cambio, transformación, agilidad, creación, flexibilidad… cobraban más importancia que nunca. Por supuesto, durante esta etapa sentimos vértigo, miedo, preocupación…. ante la situación sanitaria, ante la economía, ante el futuro… pero nuestra máxima siempre fue: ¿qué es lo que está en nuestras manos? ¿qué es lo que sí podemos hacer?

La primera buena noticia es que nos teníamos la una a la otra. Así que cuando una perdía las ganas, el optimismo o la energía…. Enseguida estaba la otra de sostén, empuje y aliento. El trabajo en equipo fue un gran aliado para nosotras. Además, durante esa época aprovechamos para consolidar nuestra alianza con nuestros socios, algo que ya venía de atrás, pero que cobró fuerza y tuvo más sentido que nunca. Éramos una tribu remando en la misma dirección, y el efecto era realmente empoderador. Gracias, amigos, socios, compañeros

La segunda buena noticia fueron las tecnologías. Sí, había días en los que tanta pantalla resultaba agotador. Y, por supuesto, que echamos mucho de menos nuestras reuniones presenciales, ese calorcito de un abrazo y esas miradas cómplices estando juntas en un cliente en persona… pero había que seguir, y las tecnologías nos ofrecían y nos ofrecen un espacio enorme y un nuevo y amplio abanico de posibilidades. Muchas oportunidades para reinventarnos y mantener la cercanía con nuestros familiares, nuestros socios y nuestros clientes. 

La tecnología también nos permitió celebrar todos los hitos que conseguimos a través de la pantalla: aniversario de elles Coach, nuevos contratos, nuevos productos, nuevas alianzas…

Resulta que la vida es así, nosotros, seres humanos, nos empeñamos una y otra vez en quedarnos en nuestra zona de confort, en intentar tener todo controlado, en tener seguridad, estabilidad y certidumbre…. ¿y qué hace la vida? La vida nos devuelve una y otra vez cambio, inseguridad e incertidumbre…. Porque lo único que es seguro, es que la vida es puro cambio, nos guste o no. Y los seres humanos, hacemos lo que podemos. Porque, ¿hasta qué punto toleramos la incertidumbre?

Está claro que la pandemia no vino con un manual. Y también está claro que nos acerca y nos aleja a los unos y a los otros… todos vivimos una experiencia “igual”, pero cada uno reaccionamos distinto, cada uno tenemos un discurso y cantamos una canción, nuestra canción particular… fruto de nuestras circunstancias y de nuestras particularidades. 

La pandemia no vino con un manual, y nos pone a prueba ante la resiliencia, la tolerancia, la empatía, la diferencia y la aceptación. Nos pone a todos en un lugar de creer saber, aunque la realidad es que, desde la humildad, hay que reconocer que sabemos muy poco. 

No podemos abrazarnos con quien queramos porque puede ser peligroso… ¿un abrazo puede ser peligroso? Cómo de fuerte es esto…

Nos queda la responsabilidad y la confianza, con mayúsculas. Y trabajar, trabajar mucho. Trabajar mucho para construir de nuevo. Con esperanza, con fuerza, con optimismo… porque de esto va la vida, ¿no? Nosotras hemos venido a jugarla.

Cambio, gorra de aprendices y a volver a empezar. ¿Te animas a jugar de nuevo? ¡Manos arriba, por favor!

Gracias por leernos. 


Por Leïla Salamat - de Blignières 31 oct, 2024
Es un concepto que traemos en todo lo que hacemos desde ellas Coach tras tratar una temática o situación concreta, preguntamos ¿cuáles son los pequeños cambios que quieres llevar a cabo? Empezar con pequeños pasos, de un nivel de intensidad y dificultad razonables es clave para no procrastinar y empezar desde ya y no desmotivarnos y abandonar en el camino. Siempre animamos a que estos baby steps sean lo más SMART posible. Me gusta siempre ponerlo desde la perspectiva de las 4 fases del aprendizaje de M. BROADWELL que explique en este artículo y que recuerdo por aquí: • Incompetente inconsciente : no soy consciente de mi “incompetencia”, es decir, no sé que no sé. • Incompetente consciente : ya me he dado cuenta de que no sé por lo que me pregunto qué es lo que quiero hacer con esta nueva información: lo quiero cambiar o me compensa más seguir como estaba. Si decido cambiar algo, entonces pongo en marcha un plan de acción que me lleva al siguiente escalón: • Competente consciente : y poco a poco, a base de baby steps, poniendo atención, siguiendo conscientemente un plan, de acción probando cosas nuevas y ajustando cuando no me funciona algún experimento (¡con auto compasión siempre!), empiezo a ser competente. Poco a poco, creo un nuevo hábito, una nueva competencia. • Competente inconsciente : cuando ya hemos implementado el hábito hasta tal punto que lo tenemos literalmente incorporado (incorporado viene de in corpore , dentro del cuerpo), y no necesitamos pensarlo o planificarlo conscientemente. Esta nueva competencia, este nuevo hábito, se convierte una rutina. Podemos situar estos babysteps, estos pequeños cambios en el escalón 3, el escalón del “competente consciente” – y como dice el gran Einstein “ es una locura seguir haciendo lo mismo y querer obtener resultados diferentes ” así que nos podemos proponer explorar, probar, testar nuevas formas de hacer, ver o “juzgar” las cosas . Suena fácil, pero requiere un esfuerzo consciente hasta convertirlo en un hábito, es decir llegar al escalón 4 de Broadwell, en la “competencia inconsciente”. Estamos acabando el mes de octubre, el mes que para mí significa la verdadera vuelta a la “normalidad”, la vuelta a cierta estabilidad tras el verano, la vuelta al cole y al trabajo. Es un mes perfecto para establecer ciertos cambios, elegir conscientemente algunos baby steps SMART para alcanzar mis metas profesionales y personales . Yo me di cuenta de que tengo una gran tendencia a seguir el ritmo frenético de nuestra sociedad VUCA (Volátil, llena de Incertidumbre, Compleja y Ambigua por sus siglas en ingles), una sociedad aceleradísima…y me veo inmersa en su flujo infinito de “to do´s” por inercia . Uno de mis objetivos es poner consciencia en ello y acercarme al “slow living” aunque solo sea de vez en cuando y poder alternar entre el modo fast y slow . Por ejemplo, he dejado el primer café de la mañana…ya, claro, para muchos esto no significará nada espectacular. ¡ Para mi marca un antes y un después entre una mañana a ritmo “biológico”, un despertar mental y físico muuuucho más lento y una mañana que empieza a ritmo “cafeinado”! Llevo casi un mes, y hasta hoy echo algo de menos el subidón que me daba mi primera taza de café. Era la primera cosa que ofrecía a mi cuerpo tras entre 6 y 9 horas de descanso, ¡iba directa al oro negro y mágico que me ponía en marcha y a tope para estar en el hacer, hacer y hacer un poco más! Y a la vez, veo también lo antinatural que resultaba este chute de cafeína provocando cierto nerviosismo instantáneo que empecé a notar en la aceleración de los latidos de mi corazón pocos días antes de pausar este hábito. Tambien, me he propuesto poner mucha atención en mi reactividad , es un verdadero esfuerzo de consciencia proponerme ver dónde puedo responder en vez de reaccionar. Como dice Viktor Frankl , la diferencia entre reaccionar y responder es un espacio de tiempo “en este espacio tenemos el poder de decidir nuestra respuesta. En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad. ” …y por esto tengo post-its, alarmas en el móvil, una cruz dibujada en mi mano izquierda como recordatorios para parar y usar esta libertad de la que habla Frankl y seguir creciendo como persona, madre, esposa, amiga… Y por último, me di cuenta de lo que me decía mi voz interna (¡a veces hasta me lo gritaba!) llena de juicio y de creencia limitante “ si no estas en el hacer, no estas siendo productivida, estas haciéndote la vaga, venga muévete ”. Tengo otro post-it que me recuerda la necesidad de alternar entre el hacer y parar . Parar desde el disfrute , el disfrute de no hacer NADA sin juicio para seguir en el camino de la gestión de la energía como comentaba en este articulo (https://www.ellascoach.com/legitimar-la-pausa-regulacion-de-la-energia). Y tú, ¿cómo has empezado el otoño? ¡¿De qué hojitas te vas a desprender para seguir creciendo?!
Por Laura González Ortiz de Zárate 15 jun, 2024
¿Alguna vez has sentido una crisis vital fuerte?, ¿algo que sucede en tu vida e irrumpe con tu supuesta tranquilidad? Te cuento las razones más habituales por las cuales empezamos un proceso de Coaching.
Por Leïla Salamat - de Blignières 23 may, 2024
Una de las cosas que más trabajo últimamente en sesiones individuales es “aprender a decir NO”. Cuanto escuchamos (¡y decimos!) esta frase y qué difícil es aplicarla de verdad, siendo auténticas con nosotras mismas , y sin herir a la otra persona, sin ser o temer aparentar ser una persona egoísta , borde, “poca compañera de sus compañeros” …. Decidir si quiero decir que sí o que no sabiendo que en ambos casos habrá costes y beneficios, es ante todo ser honesta y auténtica con una misma . Cuantas veces, me he oído decir SÍ por inercia, por automatismo, casi como un reflejo: “sin problema”, “claro, mándamelo, me encargo yo”, “por supuesto, para ti siempre tengo un rato” … y luego arrepentirme por no tener tiempo para lo mío o enfadarme por tener que quedarme hasta las mil para poder acabar con mis propios compromisos y prioridades 😊 ¿Os suena? Aprender a decir NO, es un largo camino , desde la autoconsciencia y la voluntad de cambiar , desde el propósito y disfrute de serme leal , de estar conectada conmigo misma , de saber escuchar y entenderme . Un largo camino que cada una de nosotras puede comenzar a su ritmo, según su punto de partida. Durante mucho tiempo, asociaba el decir que no al egoísmo . Si buscamos la definición de esta palabra “fea”, la RAE nos dice “inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás” Culturalmente, no está bien visto decir NO , “hay que ayudar al prójimo” ,ser solidarias y generosas. Sin embargo, si nos fijamos en la definición del egoísmo con cierta distancia emocional y cierto nivel de objetividad , podemos apreciar el abismo entre decir no y ese “ excesivo amor a sí mismo ” y esa necesidad de “ atender desmedidamente al propio interés ”. ¡Una cosa no implica necesariamente la otra! Hace unos años, en el diccionario de ellasCoach definía la asertividad como “la habilidad de una persona a expresar su opinión, defender sus derechos de forma directa y respetuosa, sin intención de herir al otro” Para mí, ubicarme en la escala de la asertividad fue un ejercicio y una herramienta de una grandísima ayuda y la uso muchísimo en mis sesiones de coaching. En esta escala el equilibrio está en el medio, en la asertividad ; punto en el cual conseguimos escucharnos y comunicarnos con respeto y empatía para defender nuestras opiniones, trasladar nuestras expectativas o dar un feedback , y estamos abiertas al punto de vista del otro : la comunicación fluye . Sin embargo, me atrevería decir que la asertividad no es “natural” y que solemos estar en uno de los polos opuestos, - en la pasividad : digo que sí aun pensando no, o simplemente me callo, no opino, me ajusto a lo que dice la mayoría. No hay comunicación por mi parte y esto puede provocar resentimiento y enfado en mi. - en la agresividad : hablo con vehemencia, impongo mi punto de vista o me cierro al punto de vista del otro. Bloqueo la comunicación pues o bien se hace unilateral o provoca agresividad en respuesta por parte del interlocutor. Todos tenemos una preferencia y adoptaremos naturalmente más una respuesta de nivel 10 (agresividad) o de un nivel un 0 (pasividad) . Por lo tanto, la primera parte del ejercicio es ubicarnos en esta escala, ¡puede ser diferente según los entornos en los que me muevo (familia, trabajo, amigos, etc.) o no! Digo un ejercicio porque, para mí, realmente supuso (¡y sigue suponiendo en algunos contextos!) un esfuerzo, a veces lo consigo y otras no . Y está muy bien así, en todos los casos, hoy puedo verlo, pararme y reflexionar sobre lo que me ha permitido ser asertiva o lo que me lo ha impedido para así, poco a poco, poder entenderme y conocerme mejor preguntándome: ¿en qué situaciones me cuesta más? ¿Es más, con la familia? ¿En el trabajo? ¿Con los amigos? ¿Qué siento? ¿Qué me digo? ¿Y qué es lo que temo? A esta última pregunta, hablando con mis coachees , lo que más suele haber debajo de esta incapacidad a decir NO, es que nuestros interlocutores: piensen que soy una egoísta se ofendan no vuelvan a contar conmigo se dañe la relación piensen que no soy capaz Y si vamos un paso más allá, en la profundidad, siendo seres sociales con necesidad de pertenencia, lo que suele acabar saliendo es que tememos que dejen de apreciarnos, de valorarnos y de querernos . Al principio, para mí, estos motivos me eran completamente ajenos: “hombre, no, yo lo hago para ayudar, no hay que darles tantas vueltas a las cosas”. Poco a poco, haciendo el ejercicio en los diferentes contextos de mi vida, sí que había algo de estas aprensiones. Gracias a un gran maestro mío, hoy a mí me gusta verlo como dos caras de la misma moneda: SÍ / NO . Si digo que sí a la otra persona, me digo que no a mí misma : ¿a qué renuncio?, ¿Qué coste tiene?, ¿Me compensa asumir este coste? Si digo que no a la otra persona, me digo que sí a mí misma : ¿en qué me beneficia?, ¿Qué coste tiene para la otra persona?, ¿Y para nuestra relación?, ¿Me compensa? Puedo/quiero compensárselo a la otra persona con un "sí, pero ahora no.."? ¿Te atreves a probar el ejercicio? Te invito a reflexionar sobre ello y a ubicarte en la escala de la asertividad 😊
Por Laura González Ortiz de Zárate 16 abr, 2024
¿Algunas vez has visto sufrir a tu hijo o hija y te han entrado ganas de hacer "lo que haga falta" para evitarle su dolor? ¿te cuesta dejarle espacio para que gane en autonomía a la vez que quieres darle herramientas para que pueda evolucionar y crecer? ¡Te cuento un poco sobre esto y te dejo algunas ideas para poner en práctica!
Por Leïla Salamat - de Blignières 20 mar, 2024
Siento recordaros que, como seres humanos, nuestra energía es finita…sí, por mucho que a veces nos gustaría, no podemos estar a tope las 24 horas del día. Todos somos diferentes y tenemos necesidades variables, algunos necesitan dormir algo más que otros, algunos son matutinos y otros vespertinos, etc. En todo caso, el ser humano necesita alternar entre períodos de rendimiento y de descanso.
Por Laura González Ortiz de Zárate 16 feb, 2024
Uno de los retos a los que nos enfrentamos los seres humanos es el cambio. En las sesiones de Coaching nuestros clientes tienen un aprendizaje cognitivo, algo de lo que se dan cuenta y que, de alguna manera, quieren que cambiar. ¿Qué sucede? Que solo con el “darse cuenta” no es suficiente para que el cambio y la transformación se produzcan.
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