¿Te animas a probar los seis sombreros?
¡No, no es nada nuevo! Y, no, elles Coach tampoco se ha convertido en un Fashion Blog…Lo que te traemos hoy, es
una metodología asociada al pensamiento lateral que presentó Edward Bono
- hace ya casi 40 años - en su libro
“Six Thinking Hats”
sobre
las tomas de decisiones en grupo.
Tomar decisiones no es tarea fácil, requiere una actividad cerebral muy compleja.
Para tomar una decisión, tomamos en cuenta las posibles consecuencias, nuestras experiencias positivas o negativas en situaciones similares en el pasado, las emociones y sentimientos que emergen y un largo etc. Dependiendo de qué decisión sea tenderemos a activar más el cerebro reptiliano, el límbico o el racional.
¡La propuesta de los Six Thinking Hats es intentar usarlos todos!
¿En qué consiste?
Utilizando la metáfora (o no!) del sombrero, un adorno que nos ponemos y quitamos cuando queremos, este método propone imitar lo que pasa en la compleja mente humana cuando nos toca tomar decisiones
dejando espacio para todo tipos de pensamientos – tanto los del cerebro derecho, como los del cerebro izquierdo.
Con los 6 sombreros nos vamos a “sextuplicar”
para observar la realidad desde un color diferente, sin juicio, desde una perspectiva distinta, sombrero tras sombrero.
Sí, sí, eso no es un self-Service, los probaremos TODOS; esa es la propuesta, y ahí está también toda la gracia de este método!
¿Cómo se juega?
Los colores son los siguientes: blanco, rojo, negro, verde, amarillo y azul. Cada color propone unas directrices que seguiremos a rajatabla, sin juzgar, cada vez que nos pongamos su correspondiente sombrero. Nos dejaremos fluir y compartiremos nuestras reflexiones tal y como emergen desde el punto de vista propuesto, dándonos permiso para probar las diferentes perspectivas.
El tiempo ideal para ponerse cada sombrero puede variar, la condición es que sea el mismo tiempo para cada sombrero; a excepción del sombrero rojo. Podemos elegir, por ejemplo, 1’ para cada uno, salvo para el rojo, que podrían ser 30 segundos. A continuación os explicamos por qué.
La secuencia ideal es:
• El blanco, color neutro, pondrá a prueba nuestro objetividad.
Cuando llevemos este sombrero, buscamos ser lo más factual posible; es decir basarnos en hechos y datos.
Esto permitirá recopilar todos los datos objetivos con una ronda completa, para establecer y enriquecer el punto de partida entre todos los participantes.
• Con el rojo, nos podemos permitir más subjetividad, dejamos salir nuestras emociones, nuestro “gut feeling”. El objetivo de acortar esta parte es soltar nuestra reacción visceral, sin apegarnos a ella. Dejar espacio también para los otros colores…
• Gracias al negro, nos permitiremos ser críticos incluso, si así nos sale, de una manera negativa
y pensar por qué algo no podría salir bien, cuales son las barreras, los costes etc. Y lo verbalizaremos, lo compartiremos con el equipo. Con este sombrero puesto, no buscaremos soluciones a las objeciones, ¡para ello tendremos los dos siguientes sombreros!
• Y con el sombrero amarillo, adoptaremos el punto de vista opuesto, y buscaremos todos los lados positivos, todo lo que podría aportar.
Según nuestras creencias y prejuicios, conscientes o inconscientes, nos podría costar más sacar ideas y reflexiones con el sombrero negro o con el amarillo. Y eso, en sí mismo, es todo un descubrimiento…¡y un reto!
• El sombrero verde
nos brinda la posibilidad de ser creativos, pensar “Out of the box”, sacar esas “ideas locas”, como las llamamos en elles Coach.
El verde nos puede ayudar a abrir nuevas puertas con imaginación, apertura y creatividad.
• El sombrero azul
tiene un papel diferente y muy importante: es el rol del moderador que gestiona el tiempo e incluso el orden de paso de cada sombrero.
Por otro lado, se asegura de que estemos respetando las pautas de cada color, que no entremos en debate, que no haya interrupciones etc. Y por último, también decide cuándo hacer “time-outs” y reflexionar, ordenar, analizar las ideas que ya hayan salido a la luz para darle forma… ¡y color!
Los Six Thinking Hats nos pueden regalar nuevas perspectivas
o ayudarnos a descartar más rápidamente otras, nos permiten dar voz y luz (…o sombra!) a todos los participantes.
A los Six Thinking Hats se juega, no se juzga.
La idea es retarnos y, dejar un espacio más corto para nuestra reacción visceral, y para nuestras nuestras creencias. Nos abrimos, escuchamos, co-creamos
y además, añadimos un toque de humor a nuestros brainstormings, ¡y nos lo podemos pasar muy bien!
¿Te atreves a probarlos para animar tu próxima lluvia de ideas?