El cantante, compositor y líder del grupo de música Jarabe de Palo,
Pau Donés, se despedía el pasado 9 de Junio con 53 años después de varios años de lucha contra el Cáncer de colon.
Somos muchos los que hemos crecido tarareando sus numerosas canciones, tales como la flaca, depende o bonito…
Y si algo tienen en común sus canciones, son su pasión, su amor y sus ganas por vivir, algo que transmitía a todo su público en cada una de ellas.
Con sus últimas canciones, en especial con Eso que tú me das, nos deja un canto de celebración a la vida, a la humildad, al agradecimiento
y al reconocimiento. Un canto de compasión, de aceptación
y de amor. Que comienza así:
Eso que tú me das es mucho más de lo que pido
Todo lo que me das es lo que ahora necesito
Eso que tú me das no creo lo tenga merecido
Por todo lo que me das te estaré siempre agradecido
Celebración a la vida que demuestra aun estando enfermo, transmitiéndonos la importancia de disfrutar con los que más queremos y de ser conscientes de que esta vida pasa en un suspiro. Humildad para que nunca dejemos de aprender en este viaje, y Agradecimiento por lo que tenemos, sea como sea y en las condiciones que sean.
Y con estas palabras el cantante nos regala un legado muy valioso que ciertamente podemos traspasar al mundo de las organizaciones. Porque, si nos paramos a pensar, ¿qué cualidades le pedimos a un buen Líder hoy en día?
Un Líder que cultive el Agradecimiento, con su equipo, con sus jefes, con sus clientes, con sus proveedores… con sus stakeholders en definitiva. Que sepa utilizar en el momento preciso esta valiosa palabra de siete letras: GRACIAS.
Un Líder Humilde, abierto, que confía… porque para agradecer bien necesitamos algo de humildad, de confianza, de vulnerabilidad
y de autenticidad.
Y un Líder que Acompaña, que cuida, los suficientemente honesto para ocuparse de su equipo, de sus necesidades y de sus retos. Un líder que respeta, que confronta… desde su esencia, y no desde su ego.
¡Un Líder AHA!
Por todo lo que recibí estar aquí vale la pena
Gracias a ti seguí remando contra la marea
Por todo lo que recibí ahora sé que no estoy solo
Ahora te tengo a ti, amigo mío mi tesoro
¿Cuántas veces desfallecemos o pasamos por momentos duros en nuestros puesto de trabajo?
Y en estos momentos si seguimos remando contra la marea, es porque contamos con un Líder que nos ve, nos reconoce, nos empodera, nos acompaña, nos agradece, nos cuida….
¿Y no es esto, acaso, lo que hacemos cada uno de nosotros en nuestros puestos de trabajo cuando las cosas se ponen difíciles? ¿no es esto lo que necesitan justo ahora las organizaciones?
Colaboradores que remen contra la marea... y líderes que los acompañen, los sostengan, los empoderen, los reconozcan...
Y es que como dice el refrán quien tiene un amigo tiene un tesoro, y podríamos adaptar esta frase al mundo empresarial: quien tiene un buen equipo, tiene un tesoro.
Buscamos algo más que la mera comunicación con nuestro equipo, y más en estos tiempos que corren de Covid, de teletrabajo y de dispersión e incertidumbre…. Buscamos conectar
con nuestro equipo, conectar con nuestros clientes, con nuestros jefes y con nuestros prospectos.
También dice la canción: Me ayudaste a remontar, a superarme día a día. Y esto es otra de la funciones que esperamos de un buen líder en los tiempos que corren. Un Líder que desarrolle el talento de sus colaboradores, que les empodere para superarse día a día, que vea su potencial y les impulse a crecer y a transformarse.
Por último, destacamos que escribe un libro en el que nos deja 20 mandamientos, de los cuales uno de ellos dice así: que a las pena puñaladas y al mal tiempo buena cara, o mala, que tampoco pasa nada. Y nosotras no podemos estar más de acuerdo con esto, una vez más permitirnos legitimar todas las emociones que nos habitan, también las que tienen peor prensa, como la tristeza, el enfado o el miedo. Y también incluimos esto en las cualidades del buen Líder, un líder con inteligencia emocional, que legitime sus propias emociones, que esté conexión consigo mismo, y que, por lo tanto, pueda gestionar las que emerjan de su propio equipo.
Completita esta lista de atributos o soft skills
para comenzar, ¿no os parece? Nos despedimos con un depende, todo depende, de según cómo se mire, todo depende.
¡GRACIAS, Pau Donés, por este canto a la vida!